La primera entrega cinematográfica de Harry Potter y las reliquias de la muerte hizo su puesta de largo en la pasada noche de Londres. Hasta allí se desplazaron, como si de una peregrinación se tratara, decenas de miles de fans de la franquicia creada por JK Rowling. Todos para poder ver en persona a sus idolatrados protagonistas, de un reparto encabezado por Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint.
Harry Potter y las reliquias de la muerte se estrena en los cines de todo el mundo desde el próximo 19 de noviembre (con algunas excepciones, haciéndolo un día antes). Pero es el próximo fin de semana cuando se espera el regreso de una de las franquicias más exitosas del séptimo arte.
Bajo la dirección de David Yates, quien es el encargado de cerrar una década de películas que encumbró hasta el Olimpo de Hollywood a unos jóvenes que, hasta entonces, eran unos completos desconocidos.
Se nota el final de etapa. Más para unos que para otros. Como el caso de Emma Watson, que tras prácticamente escuchar el último “¡Corten!” del director, aprovechó para estrenar un radical cambio de imagen a su angelical melena ondulada. Corte de pelo pero misma actitud centrada.
Los protagonistas de Harry Potter no trasnochan demasiado, no generan escándalos con la bebida o las drogas. En definitiva, son un buen ejemplo para los fans. Gente normal a la que las decenas de millones de Euros (o Libras) de sus cuentas bancarias no han cambiado demasiado, o al menos aparentemente. Ahora queda por ver su devenir en el futuro cinematográfico que les aguarda.
De momento queda la primera entrega de Harry Potter y las reliquias de la muerte. Su segunda y última película llegará en el verano de 2011. Verdadero momento de la despedida.
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